Cuándo debe tener un teléfono móvil el/la niño/a
La primera gran pregunta es, ¿realmente necesita un teléfono móvil? Aunque no es una herramienta indispensable en todo momento, sabemos que hay factores que influyen en la decisión.
Por un lado, preocupa que pueda ser un motivo de exclusión social o aislamiento e incluso acarrear dificultades para su desarrollo.
Pero también conviene tener en cuenta que le va a robar tiempo y puede que introducir en dinámicas negativas, de ahí la importancia de hacer un uso razonable y sensato del terminal.
Para tomar la decisión sobre cuándo es el mejor momento para darle un teléfono móvil, piensa en las circunstancias familiares y también en la madurez del niño/a. Debe tener capacidad suficiente para hacer un empleo responsable del móvil y evitar caer en usos inapropiados. Y ser consciente de la necesidad de cuidar y mantener en buen estado el teléfono.
Móvil sí, pero de forma gradual
Ir introduciendo al niño/a poco a poco en el uso de los teléfonos móviles es una idea muy recomendada por los expertos. Así irá descubriendo sus funcionalidades y usos, al mismo tiempo que el adulto sabe cómo el/la pequeño/a está interactuando con el dispositivo.
En la práctica, una forma gradual muy efectiva de acostumbrar al niño/a a usar los teléfonos móviles es crear un perfil propio en el móvil de la madre o el padre. Inicialmente, seguirá tus pautas y recomendaciones e imitará usos maternos/paternos aunque con el tiempo sus usos cambiarán e irá adquiriendo hábitos propios.
Cómo configurar el teléfono móvil de los niños/as
Sin duda, debe ser la madre o el padre quién configure el terminal e instale las aplicaciones necesarias, incluyendo juegos y apps de redes sociales, asegurando su privacidad.
Para una mayor tranquilidad, puedes utilizar aplicaciones de control parental, que vienen de serie en la mayoría de los teléfonos.
También hay aplicaciones de geolocalización para saber dónde se encuentra el niño/a en cada momento y que tienen otra utilidad muy necesaria en el caso de los/as niños/as: sirven para localizar el teléfono cuando lo pierden, algo bastante frecuente.
En general, conoce y supervisa contactos y llamadas, con especial atención a los números desconocidos. Mejor enfocarlo más hacia compartir que vigilar. ¿Quién te ha llamado hoy? Es decir, puede servir para que aprovechéis para contar qué ha hecho a lo largo de ese día.
Filtra contenidos y bloquea ciertas webs, con contenido para adultos o juego online, para evitar que el/la niño/a visita páginas webs inapropiadas. Esta es una de las mayores preocupaciones de los padres y madres y también una de las más difíciles de solucionar, ya que resulta imposible poner restricciones totales a la Red. En este punto, quizás resulta más útil hablarle sobre los peligros que existen en internet.
Concienciar sobre los riesgos de la tecnología
No le hables de internet como algo idílico. Debes destacar sus ventajas y utilidades, pero también sus peligros. En cualquier momento entrará en contacto con ellos y debe estar preparado para reaccionar.
Puedes explicarle en qué consisten ciertos ciberdelitos habituales como el grooming (adultos que se hacen pasar por menores para engañarles), ciberbulliyng o la difusión de imágenes sin su consentimiento e insistirle en la importancia de que nunca envíe fotos comprometidas.
Pautas de uso del teléfono móvil para los/as niños/as
Establecer, o más bien pactar, unas reglas y normas de uso es la clave para que pequeños/as y adultos estéis cómodos con el uso del teléfono móvil. El objetivo es evitar un uso continuado e incluso adictivo. Además, estas reglas pueden ir modificándose conforme vaya pasando el tiempo y el/la niño/a esté más seguro y comprometido con el buen uso del terminal.
En primer lugar, marca pautas claras de horarios, tiempos y espacios. Por ejemplo, podéis decidir que solo se usará fuera de casa. El móvil es una buena forma de contactar con el niño/a siempre que lo necesites, de forma individual o familiar. Puedes crear un grupo privado en el que participe toda la familia y así estaréis siempre comunicados.
Especialmente importante resulta evitar el uso a partir de cierta hora por la noche. Los expertos hablan del síndrome “vamping tecnológico” para referirse a la disminución de la calidad del sueño motivada por estar frente a una pantalla poco tiempo antes de dormir.
Poco a poco, el/la niño/a irá ganando confianza y responsabilidad respecto a su teléfono móvil y podrá ir adquiriendo mayor independencia digital de forma progresiva.
Modelos de teléfonos móviles apropiados para niños/as
Un terminal sencillo, con funcionalidades básicas y de uso fácil e intuitivo es el más adecuado para niños/as.
También puedes tener en cuenta otras características:
- Capacidad de almacenamiento básica. Pocas veces van a querer guardar en el teléfono contenidos, y mucho menos en la nube. Habitualmente sus usos son inmediatos y ya pasan al olvido.
- Resistente, pues posiblemente sufrirá golpes y rayaduras.
- Carga rápida de la batería. Los más pequeños/as rápidamente se aburren o se quejan, así que opta por un teléfono cuya batería sea duradera y además se recargue en poco tiempo.
- Gran pantalla. A los/as niños/as les gustan los elementos coloridos y visuales con los que puedan interactuar, así que mejor una pantalla de gran tamaño en la que destaquen aún más.
- Tasa de refresco de la pantalla. Más que la nitidez, el niño/a prima la sensación de fluidez en la navegación, sin retardos.
- Cámara para selfies. No necesitan cámaras de gran calidad ni profundidad. Su favorita será la cámara selfie con la que hacerse fotos ellos mismos, con sus amigos o con la familia.
Estudios y datos sobre uso del móvil en los niños/as
No hay una edad exacta ni reglas universales en cuanto al uso de los teléfonos móviles por parte de niños y niñas. Cada pequeño/a y cada familia son diferentes y cuentan con sus propias necesidades.
Según UNICEF, la edad media en que los niños disponen de su primer móvil es inferior a los 11 años. Y lo cierto es que el 25% de los/as niños/as de 10 años y un 70% de los de 12 años ya usan un móvil de forma habitual, pese a que los expertos apuntan a que la edad recomendada para tener el primer teléfono móvil se situaría entre los 12 y los 14 años.
Te recomendamos que eches un vistazo a este vídeo de Raúl Ordóñez, experto pedagogo en educación digital, en la que nos cuenta cómo enseñar a usar los móviles, a establecer normas o cómo aclarar si existen riesgos para la salud de las niñas y los niños:
Así que reúne datos, piensa en qué hace cada día y en cómo es el niño/a y prepárate para tomar la decisión final de cuándo dar un móvil al pequeño/a. Como te decimos, te ayudará establecer pautas de uso y elegir modelos adecuados. Con todo ello, conseguirás que el teléfono se convierta en un aliado útil del niño/a y de toda la familia.