Es todo un placer recorrer Asturias de mirador en mirador. Te invitamos a acompañarnos.
El Fitu (Caravia)
Probablemente es el mirador más popular de toda Asturias.
Situado entre Arriondas y Colunga en el Alto de la Cruz de Llames, una corta escalera levantada en 1927 regala una panorámica de 360 grados que te permitirá disfrutar a la vez del azul del Cantábrico y el verde y el gris de las montañas.
Además de espacio suficiente para aparcar, en el entorno de El Fitu encontrarás un área recreativa para hacer un picnic y es el punto perfecto para iniciar diversas rutas en la sierra del Sueve.
A Paicega (Pezós/Pesoz)
Si lo tuyo es presumir de fotos en Instagram, este es tu sitio. Las ruinas del poblado que albergó a los obreros que levantaron la presa del embalse de Salime y un templete que ejerce de mirador son los marcos perfectos para encuadrar el río Navia.
Para llegar, tendrás que hacer una pequeña ruta de seis kilómetros y medio ida y vuelta que parte de Pezós. Esa es nuestra recomendación, pero los más perezosos pueden acortar el trayecto desde Sanzo o subir con el coche por una pista transitable.
Cabo de Peñas (Gozón)
Junto a El Fitu, el paraje natural del Cabo de Peñas es sin duda uno de los miradores más conocidos del Principado.
No es para menos, tanto por su ubicación en la punta más al norte de Asturias como por sus escarpados acantilados al pie de un faro, donde se puede visitar un centro de interpretación del medio marino, y a los que podrás acercarte gracias a una pequeña senda. La panorámica abarca también varios islotes cercanos.
La Regalina (Valdés)
Si el Cabo Peñas se ubica entre Avilés y Gijón, dos de las tres principales ciudades Asturias, el mirador de La Regalina se encuentra a medio camino de Luarca y Cudillero, dos de los pueblos con más encanto de toda la costa asturiana.
El paraje, también conocido como Campo de La Garita, es un balcón excepcional sobre el Cantábrico y se halla dominado por una pintoresca ermita.
Monte Naranco (Oviedo)
El del Monte Naranco, culminado por el monumento del Sagrado Corazón, es otro mirador mítico en Asturias y por varios motivos. Uno es que abarca toda la capital asturiana, Oviedo, y otro que en sus laderas se encuentran dos de las joyas del prerrománico, Patrimonio de la Humanidad, como son Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo.
Aprovechamos la ocasión para animarte a visitar otros miradores famosos con vistas urbanas; el Pico del Sol en Gijón, el de San Roque en Lastres o el de La Garita en Cudillero son solo algunos.
Mirador del Sablón (Cudillero)
Si eres de esas personas a quienes les encantan los bancos que pugnan por estar entre los que ofrecen las mejores vistas del mundo, tienes que acercarte al mirador del Sablón sobre los acantilados de Oviñana, un pequeño núcleo del concejo de Cudillero.
Lo más recomendable para llegar es, además, dejar el coche y dar un corto paseo andando desde otro mirador, el de Cueva. Ambos balcones miran al Cantábrico en el entorno de Cabo Vidio. La vista abarca en este punto desde Estaca de Bares, en A Coruña, a Cabo de Peñas.
Mirador de Entrelagos (Cangas de Onís)
No podíamos dejar de admirar en nuestro recorrido una de las postales más identificativas de Asturias: las de los lagos Ercina y Enol de Covadonga. La vista la obtenemos desde el Mirador de Entrelagos o de La Picota, que es la loma que separa ambas balsas acuíferas.
Pasa por el mirador una ruta muy sencilla de seis kilómetros, perfecta para hacer en familia y que debes apuntar teniendo en cuenta que, en las épocas de mayor afluencia de visitantes, no se permite acceder en coche particular.
Mirador de Ordiales
Desde los lagos de Covadonga, los más atrevidos y con mejor forma física pueden animarse a continuar ascendiendo pico arriba para llegar al Pozo del Alemán, la Vega de Piedra o varios refugios de montaña antes de alcanzar el mirador de Ordiales, balcón natural a 1.750 metros de altitud.
Allí se encuentra la tumba de Pedro Pidal, marqués de Villaviciosa, pionero en el ascenso al Naranjo de Bulnes y gran impulsor de la creación del Parque Nacional de los Picos de Europa.
Mirador de Cuyacerra (Sobrescobio)
Para llegar al mirador de Cuyacerra vamos a tener que hacer quince minutos de ascenso desde el pueblo de Villamorey.
El premio son unas vistas magníficas del embalse de Rioseco y la torre o Torrexón del antiguo castillo de Villamorey y también dispondremos de algunos bancos y mesas para poder descansar.
La ruta completa, una senda verde que llega hasta los pies del torreón, es bastante concurrida y tiene menos de cuatro kilómetros.
Miradores de Banduxu (Proaza)
A Banduxu/Bandujo no solo hay que ir porque allí parece haberse detenido el tiempo sino también por el impresionante paisaje que circunda este pueblo medieval.
No podemos hablar de un mirador al uso, pero ya solo la carrera comarcal que llega hasta allí, saliendo de Proaza en dirección a Quirós y Teberga, ofrece unas vistas difíciles de olvidar.
Una vez en Banduxu, podrás disfrutar de panorámicas de la aldea desde alguno de los bancos situados en el exterior de la iglesia de Santa María o incluso desde el cementerio y, para fijarlas de verdad en la retina, nada mejor que subir a la ladera contraria al párking. La vista de Banduxu enmarcada por el intenso verde de los bosques y con las montañas como telón de fondo te dejará con la boca abierta.
Te dejamos ya para que prepares tu ruta de miradores por Asturias, no sin antes hacerte una última recomendación: deja espacio suficiente en tu móvil de telecable porque no vas a poder resistir la tentación de hacer cientos de fotos.
Imágenes de: Turismo de Asturias.