Rosa Rodríguez Menéndez mantiene viva la cultura de los cunqueiros desde la pequeña aldea asturiana de Trabau. Rosa y Víctor tomaron las riendas del antiguo El Rincón Cunqueiru, iniciado en 2005 por Victorino García, para convertirlo en la tienda-taller de artesanía La Guarida del Cunqueiru. Desde allí dan a conocer este oficio tradicional, que ya estaba casi perdido, ofreciendo a los visitantes una experiencia única que combina cultura cunqueira y rural.
Un trabajo de divulgación que le ha hecho merecedora del galardón Mujer Rural de Asturias 2022. Hablamos con Rosa Rodríguez.
Muchas gracias. Un reconocimiento siempre es importante, sobre todo para los que vivimos en las zonas rurales donde la despoblación rural es un problema enorme y donde no hay niños, y por lo tanto no hay generaciones venideras. Es una manera de dar a conocer nuestra tierra y poner en valor a todas las mujeres rurales del occidente, de la comarca Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias y, sobre todo, a las mujeres cunqueiras.
¿Hay que reivindicar más y hacer más visible el papel de la mujer en el mundo rural?
La mujer es visible cuando nosotras mismas logramos objetivos. Tenemos mucha suerte puesto que nuestras abuelas y madres lucharon, trabajaron y pelearon para que hoy seamos libres de decidir, de hacer y de vivir donde queramos. Ahora mismo en nuestras zonas rurales pedimos que venga gente a vivir, seas hombre o mujer, pero que se fije población porque si no nos extinguiremos.
¿Qué es lo más duro de vivir en el campo?
Yo no encuentro nada duro en vivir en Trabau, al contrario, me gusta. Es duro ver morir a la población envejecida de nuestros pueblos y que no haya generaciones que se queden, que nuestros hijos no puedan vivir aquí porque no les ayudan a quedarse.
¿Y lo mejor?
Todo. Vivo donde quiero, en la mi tierra cunqueira, trabajo de lo que me gusta y comparto mi cultura con todos los visitantes que pasan por aquí. Trabajo con mis manos y mi cerebro creando artesanía. No puedo pedir más.
¿Cómo surgió la idea de poner en marcha La Guarida del Cunqueiru?
Después de 18 años del Rincón Cunqueiru, con el fallecimiento de Vitorino, decidimos cambiar el nombre, innovar y crear nuestra Guarida del Cunqueiru. Un encuentro con la cultura en la que seguíamos compartiendo nuestro oficio, también nuestras costumbres y tradiciones y donde lo ecológico inunda nuestro local. Poner en valor nuestro paisaje, pero también, nuestro paisanaje, que somos nosotros los que vivimos en esta tierra para defenderla y cuidarla.
La Guarida del Cunqueiru es un proyecto autofinanciado y autogestionado por nosotros. Víctor que es el torneiro cunqueiru o tixileiru y yo; sin Víctor no sería posible este proyecto puesto que no existiría torneiro y no sería real. El pilar fundamental es el tornero, pues el torno es el eje central de nuestra tierra cunqueira, nuestro oficio y lo que estos hombres llevaban durante 8 o 9 meses por toda la península ibérica. Tradición, cultura y esencia.
¿Recibís muchas visitas?
En verano hay más visitas, pero anualmente pueden ser unas 5.000 visitas aproximadamente.
¿Qué es lo que más llama la atención de los visitantes? ¿Vivir en directo el oficio de cunqueiru?
En principio cuando les empezamos a preguntar si saben lo que es un cunqueiru o tixileiru y después la historia que rodea al oficio y sobre todo cuando ven funcionar el torno. Cuando termina la visita se sienten parte de nuestra tierra.
También realizáis experiencias a través de Trabau Ecoturismo en el Parque natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias. Háblanos de este proyecto…
Bueno, nuestro eje motriz es el ecoturismo, por lo tanto, Trabau Ecoturismo es fundamental en nuestro proyecto. Un proyecto en el que Víctor es la persona idónea para desarrollar, idear y llevar a cabo.
Habéis conseguido destacar a Trabau en el mapa. ¿Estas iniciativas de emprendimiento ayudan a salvar el mundo rural?
Vivir en lo rural es lo que ayuda a salvar el mundo rural y trabajar en lo rural es lo que ayuda a que podamos subsistir y, por lo tanto, quedarnos aquí.
¿Dónde más hay que poner el foco para evitar la despoblación de las aldeas?
En todas y cada una de las aldeas, pero, sobre todo, en el suroccidente asturiano.
Enhorabuena, Rosa Rodríguez Menéndez, por este reconocimiento y por la importante labor de dar a conocer nuestras tradiciones.