El paisaje de Asturias no puede ser concebido sin la presencia constante de los hórreos, paneras y cabazos. Tanto es así que no hay pueblo o villa que no tenga varios. Hay registrados oficialmente casi 15.000 de estas edificaciones. Forman parte de la vida cotidiana de las casas de los pueblos y refuerzan la memoria colectiva, sin olvidar que cuentan con protección patrimonial. Son siglos de relación que dieron servicio a la sociedad y ahora son un referente cultural y social.
El Principado de Asturias ha registrado 14.566 hórreos, paneras y cabazos con protección patrimonial según un estudio de la Consejeria de Cultura, Política Llingüística y Turismo del 2020. Con ese estudio se hizo la primera base de datos unificada del conjunto de hórreos, paneras y cabazos protegidos en Asturias. Pero, ¿qué diferencia hay entre ellos? Ahora te lo explicamos para que entiendas las singularidades de estas edificaciones.
El hórreo asturiano es la respuesta de los agricultores a la climatología del norte, que no es del todo amable. Es decir, es una solución sencilla que garantizaba la conservación de las cosechas ante la humedad del clima asturiano.
El hórreo asturiano es un pequeño almacén agrícola donde cada familia rural guarda los alimentos recolectados durante todo el año (el maíz para el ganado y el grano para la siguiente siembra) a salvo de todo tipo de flora y fauna poco amigable, como los hongos, roedores y sabandijas.
Pese a que es similar al gallego y también cumple una función muy parecida, lo cierto es que el hórreo asturiano tiene sus propias características. Una de ellas es que casi siempre tienen forma cuadrada (frente al gallego, que suele ser rectangular) y para su construcción se utilizan materiales diferentes: la piedra en el caso del hórreo gallego y la madera en el del hórreo asturiano.
Tres estilos diferentes de hórreos asturianos
Se puede dividir en tres estilos diferenciados de decoración los hórreos asturianos. El más antiguo es el “Villaviciosa”, que ya desde los siglos XV y XVI adorna los hórreos con pinturas y tallas en las vigas y tablas de sus paredes. Las tallas que adornan los hórreos son motivos geométricos en uso desde épocas prerromanas y las pinturas son habitualmente rosetones, líneas de triángulos y series de semicírculos secantes.
El segundo estilo es el conocido como “Carreño”, que surge a partir del siglo XVIII en la zona costera del centro de Asturias, en el que cubren las fachadas de los hórreos con una abigarrada talla de florones, jarros y formas geométricas pintadas en vivos colores.
Por último, el estilo “Allande”, nacido en el occidente de Asturias en el siglo XVIII, en el que abunda una decoración reducida a grandes discos tallados en las paredes. Hay discos solares, rosetas y cruces junto a tetrasqueles y entrelazos.
La panera: la evolución del hórreo
La panera es el otro granero tradicional en Asturias. Los primeros documentos sobre ellas son de la segunda mitad del siglo XVI, siendo su desarrollo en el siglo XVII. Para entender las diferencias con los hórreos, se pueden definir las paneras como una evolución donde la planta de la edificación aumenta de tamaño. Esta modificación implica cambios estructurales ya que llega a hacerse rectangular.
Otra de las diferencias de la panera con los hórreos es el tejado. El del hórreo tiene la unión en su punto central de los cuatro aguilones llamado “moño”. En cambio, en la panera los aguilones se unen con dos “moños de piedra”. La unión de los cuatro aguilones se realiza mediante una pequeña viga llamada “cumbrera”.
Los cabazos: entre el hórreo y la palloza
En la comarca del Eo-Navia encontramos una variante de los hórreos, los llamados cabazos, cuya mayor característica es el techo vegetal. Su origen es prerromano, presumiblemente celta. Los cabazos es la denominación utilizada en Asturias y León, mientras que en Galicia hay una edificación muy parecida, las llamadas pallozas, que tienen similitudes con las edificaciones de la cultura castreña.
Barcia y Leiján, orgulloso récord
Seguro que te estabas preguntando dónde ver toda esta variedad de hórreos, paneras y cabazos. En cualquier pueblo asturiano tendrás algún ejemplo, pero también puedes acercarte a la parroquia de Barcia y Leiján, en Valdés, muy próximo a la capital de este concejo, Ḷuarca.
Este pueblo ostenta el orgulloso récord etnográfico y cultural de ser el que más edificaciones de este estilo tiene catalogados de todo Asturias. Con tan solo 600 habitantes y 16 kilómetros cuadrados, esta parroquia tiene un total de 83 hórreos, 15 paneras y un cabazo. Le falta una edificación más catalogada para llegar al centenar. Es el lugar con más hórreos por metro cuadrado de todo el Principado de Asturias.
Los hórreos que contemplarás en Barcia y Leiján son los típicos del occidente de Asturias, que se caracterizan por sus tejados de pizarra negra. Así que es un lugar más que excelente para disfrutar con la cantidad y la calidad de la arquitectura tradicional. Si vas a verlos no dudes en contarnos qué tal la experiencia.
Imagen: Turismo de Asturias.