Pero, además, disponemos de un buen número de playas fluviales para darse un chapuzón de lo más refrescante. Muchas se encuentran en parajes naturales de gran belleza y, en ocasiones, ponen la guinda a una ruta de senderismo y acaban en espectaculares seimeiras o cascadas. Te invitamos a conocer, y a darte un baño, en las mejores playas fluviales de Asturias.
Cascada de Morlongo
Ubicada en plena Reserva de la Biosfera del Río Eo, Oscos y Terra de Burón, la cascada de Morlongo no solo es uno de los saltos más bonitos de Asturias, sino que además se accede a ella con un corto paseo de apenas 200 metros atravesando un típico bosque de ribera. Un lugar ideal, a la sombra, para escapar del calor con varias pozas en las que darse un chapuzón. La encontrarás en Villanueva de Oscos y está señalizada en la carretera.
Cascada del Cioyo. Ruta
A unos metros de la Antigua Escuela del Vilarín, en Castropol, comienza la ruta que nos lleva a la cascada del Cioyo, un sendero en pendiente de algo menos de un kilómetro, bien señalizado y con algunos tramos en los que contaremos con la ayuda de cuerdas para ayudarnos en el descenso. El esfuerzo se verá recompensado con la vista de una seimeira en forma de cola de caballo y unos 20 metros de altura, a cuyos pies podrás darte un baño.
Cascadas de Oneta
Son tres los saltos de agua que pueden disfrutarse en la ruta de las cascadas de Oneta, un itinerario que se inicia a la salida del pueblo de Oneta, pasada la ermita de Santa María y el albergue. La primera cascada, la de Firbia, es la más alta y frecuentada. También es muy accesible la de Ulloa. Acercarse a las dos es un paseo de 3 kilómetros ida y vuelta a través de praos, al principio, y un frondoso paisaje fluvial dentro del Parque Histórico de Navia.
La Presa de Cangas del Narcea
Es una de las playas fluviales más populares de Asturias y eso que solo tiene 10 años de antigüedad. La Presa de Cangas es el antiguo canal de una central hidroeléctrica que ahora una asociación de vecinos limpia y llena de agua cuando llega la época estival para disfrute, sobre todo, de los guajes. Circundándola, el extenso prao del Molín permite extender las toallas y el ayuntamiento pone el servicio de socorrismo.
Playas fluviales de Trubia
Dentro del concejo de Oviedo, varias son las áreas de la localidad de Trubia que animan al baño, tanto en el propio río Trubia como los ríos Nora y Nalón. En un remanso de este último, la llamada playa fluvial de Las Caldas, en las proximidades de la piscina municipal de Las Caldas, atrae cada año a un mayor número de bañistas. Eso sí, hay que extremar la precaución porque el terreno es pedregoso y hay corrientes.
Playa fluvial de Llanos
En el concejo de Aller, la playa fluvial de Llanos es conocida también como el Cherón de Kiko. El Cherón es en realidad un merendero que facilita que los visitantes pasen el día en la playa. Si adquieren la bebida en el bar, pueden utilizar las parrillas y llevar su propia comida. Zona verde, sombras y el agua del río San Isidro contribuyen a paliar las altas temperaturas.
Puente de Arco
Con la minería funcionando a todo gas, las playas fluviales de Puente de Arco y La Chalana llegaron a congregar a unos 15.000 bañistas. Tras décadas en desuso, estas zonas de baño del alto Nalón están recuperando en los últimos tiempos todo su apogeo y constituyen los principales puntos de encuentro de vecinos de Laviana y visitantes cuando aprieta el calor.
Playa fluvial de Aballe
Uno de los pueblos más pintorescos de la ribera del Sella, Aballe, esconde una bonita playa fluvial justo debajo de la iglesia. El rumor de las tranquilas aguas del Sella en este enclave es el mejor sonido de fondo de una localidad que puede definirse como un remanso de paz y que fue distinguida como Pueblo ejemplar del concejo de Parres en 2013. Sus casas engalanadas de flores, hórreos y paneras acentúan el encanto.
Puente romano de Cangas de Onís
Historia y diversión se dan la mano en el puente romano de Cangas de Onís, también conocido como Puente Vieyu o Puentón. Sobre el Sella y haciendo de límite entre Parres y Cangas, es uno de los lugares más fotografiados del Principado y también el lugar escogido por muchos cangueses, sobre todo jóvenes, para darse un chapuzón. Del puente, declarado Monumento Nacional en 1931, pende una réplica de la Cruz de la Victoria, símbolo de Asturias.
Olla de San Vicente
Muy cerquita de Cangas de Onís, en el concejo limítrofe de Amieva, la ruta de la Olla de San Vicente es una de las más concurridas del verano asturiano. El río Dobra tiene fama de contar con las aguas más cristalinas de todo el Principado y la mejor noticia es que sus pozas de color esmeralda son aptas para el baño ¡e incluso hay zona de salto! Para llegar, hay que hacer una pequeña caminata de alrededor de media hora que comienza en el restaurante Puente Dobra.
Ya ves que bañarse lejos del mar en Asturias disfrutando de un entorno natural también es posible. No te olvides de las playas fluviales si quieres un plan diferenteen tus vacaciones de verano.
Imágenes de: Asturias.com y Turismo de Asturias.