La domótica es el conjunto de tecnologías que se aplican al control y la automatización inteligente de una vivienda o edificio residencial. Permite que los distintos sistemas se comuniquen entre sí y puedan ser controlados automáticamente o a distancia.

Su objetivo principal es mejorar la comodidad, la seguridad, la eficiencia energética y la comunicación dentro del hogar.

Cómo funciona un sistema domótico

Un sistema domótico se basa en la comunicación entre tres elementos:

  • Sensores: Captan datos (movimiento, luz, apertura...)
  • Controladores: Reciben la información de los sensores, la analizan según la programación establecida y deciden qué acción ejecutar; es decir, procesan la información y toman decisiones.
  • Actuadores: Son los ejecutores de acciones en la casa. Ellos se encargan de encender la calefacción o bloquear la puerta, por ejemplo.

Los sensores, controladores y actuadores se comunican mediante protocolos de comunicación que pueden ser cableados, inalámbricos o híbridos.

Domótica, IA, soluciones cloud y Big Data

La domótica trabaja con grandes cantidades de datos proporcionados por sensores, cámaras y dispositivos inteligentes o incluso aplicaciones en la nube. Y los nuevos avances tecnológicos están muy presentes en la domótica.

Los sistemas modernos de domótica pueden conectarse a servicios cloud o usar Inteligencia Artificial para analizar grandes volúmenes de datos históricos, aprender hábitos del usuario, predecir consumos y optimizar energía o permitir el control remoto desde el móvil o mediante comandos de voz.

Gracias al Big Data, por ejemplo, el sistema puede ajustar automáticamente iluminación, climatización o seguridad sin que sea necesaria la intervención del usuario. O conectar con otros sistemas externos (electricidad, meteorología, tráfico) y ajustar la casa a los datos que recibe.

Además, estas nuevas tecnologías aportan mayor seguridad a los sistemas domóticos, ya que los datos recopilados pueden ser analizados para detectar patrones anómalos.

Usos de la domótica

En la práctica, ¿para qué sirve la domótica?

  • Iluminación automática: luces que se encienden al detectar presencia o se ajustan según la hora del día.
  • Climatización inteligente: termostatos que regulan la temperatura según los hábitos y necesidades.
  • Seguridad: cámaras, alarmas, cerraduras electrónicas y sensores que se pueden controlar desde una app.
  • Gestión energética: sistemas que monitorizan el consumo eléctrico y optimizan el uso de energía solar, calefacción o aire acondicionado.
  • Asistentes de voz: integración con Alexa o Siri para manejar la casa utilizando comandos hablados.